El Real Alcázar de Sevilla es un exquisito palacio que mezcla los estilos arquitectónicos islámico y cristiano, con una historia que se remonta al siglo X. Originalmente fue una alcazaba musulmana, ampliada por varias dinastías antes de ser parcialmente reconstruida por los gobernantes castellanos tras la conquista de Sevilla. Hoy es un sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO, famoso por sus intrincadas decoraciones mudéjares, sus hermosos jardines y sus aposentos reales, que aún utiliza la familia real española cuando visita Sevilla.